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Cosas Que He Aprendido en Israel

por: Rebecca J. Brimmer, Presidenta Ejecutiva Internacional

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Desde los diecisiete años que llevo viviendo en Israel, he sido bendecida con un nuevo y fresco entendimiento de las Escrituras. Algunos dicen que yo, mi esposo y el personal voluntario de Puentes para la Paz hemos dado nuestras vidas para bendecir a Israel en respuesta al llamado del Señor. Eso es cierto, pero también es cierto que Israel nos ha bendecido y nos ha dado de su propia bendición. Por otro lado, muchos turistas cristianos que visitan a Israel frecuentemente comentan cuánto han aprendido acerca de Dios y la Biblia luego de conocer la tierra. En este Estudio de Israel, deseo compartir algunas cosas que he aprendido desde que he estado viviendo aquí en Israel.

Jota y Tilde

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas” (Mat. 5:17-18, Reina-Valera 1909).

La frase “jota y tilde” se refiere a partes específicas de la escritura hebrea. La “jota” se refiere a la letra hebrea más pequeña, el “yod,” y el “tilde” se refiere a una marca muy pequeña usada en algunas letras, diferenciándola de otra. Por ejemplo, la única diferencia entre el “dálet” (con el sonido “d”) y el “resh” (con el sonido “r”) es una pequeña extensión en la parte superior derecha de la letra. Cuando Yeshúa utilizó la expresión citada arriba, estaba enfatizando que nada invalidaría la Ley y los Profetas.

El pueblo judío tiene gran reverencia por las Escrituras. De hecho, un rollo de la Torá (Génesis a Deuteronomio) todavía se copia a mano, sobre pergamino de piel, por escribas que son muy meticulosos en su trabajo. Toma casi un año completar todo el texto de la Torá, y se vende en casi US $50,000. Se toman extremos cuidados para asegurar que cada letra sea perfecta y que no contenga errores ortográficos. Nuestra Biblia nos ha llegado a través de los siglos sin haber sufrido cambio alguno gracias al cuidado de generaciones de escribas judíos.

En Jerusalén, se puede visitar el Museo de los Rollos del Mar Muerto. Allí se puede ver un rollo del libro de Isaías de 2,000 años de edad. Los eruditos dicen que ese texto hebreo es idéntico al moderno libro de Isaías que nosotros tenemos.

Calendario

El calendario bíblico no es igual al calendario que usamos actualmente. De hecho, en el Israel moderno, utilizan dos diferentes calendarios a la misma vez: el calendario gregoriano, el que conocemos en los países occidentales, y el calendario hebreo, que es el bíblico. Cuando un periódico imprime la fecha del día, usa ambas fechas en la portada.

El calendario hebreo es lunar, o sea, se basa en las rotaciones de la luna. Cada mes tiene 30 días exactos. Cada cierto tiempo, tienen que añadir un mes adicional de 30 días para asegurar que los días festivos caigan cerca de la misma temporada cada año. Cuando leemos en la Biblia que algo ocurrió durante el primer mes, eso no es enero. Significa el mes hebreo de Nisán, que cae durante algún momento en marzo o abril (Éxodo 12:2; Levítico 23:5). La Pascua judía comienza el 15 de Nisán. Todas las fiestas bíblicas se celebran según el calendario hebreo, razón por la cual nunca caen en las mismas fechas de año en año según el calendario gregoriano.

Cuando Tom y yo nos hicimos residentes de Israel, tuvimos que llenar muchos formularios, y una de las preguntas que nos hicieron fue el día de nacimiento según el calendario hebreo. Cuando finalmente hicimos los cálculos, nos pareció muy gracioso. Nuestras fechas de nacimiento tienen sólo ocho días de diferencia, aunque Tom tiene un año más que yo. Sin embargo, según el calendario hebreo, Tom tiene un año y tres días más que yo.

En realidad, las actividades diarias en Israel se miden por el calendario gregoriano, pero las fiestas bíblicas y las celebraciones nacionales y seculares se conmemoran según el calendario hebreo. Muchos eventos significativos, como bodas, cumpleaños y aniversarios, se celebran basados en la fecha hebrea.

Como ejemplo de la diferencia en enumeración, el año 2006 equivale al año 5767. Cuando Israel se relaciona con el mundo exterior, usa la misma enumeración que nosotros usamos, pero en lugar de utilizar el a.C. (antes de Cristo) y d.C. (después de Cristo), lo designa como EC (era común) y AEC (antes de la era común).

En el pensamiento judío, el día comienza y termina al ponerse el sol. Eso es porque en Génesis 1:5 dice: “Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día.”

Bendiciendo a Dios, y no la Comida

Las bendiciones que se hacen sobre el pan y el vino son maravillosos ejemplos de cómo los judíos bendicen a Dios, y son:

Foto: Bridges for Peace

“Bendecido seas Tú, Señor Dios, Rey del Universo, quien creó el fruto de la vid.”
“Bendecido seas Tú, Señor Dios, Rey del Universo, quien produjo el pan de la tierra.”

Cuando yo me criaba, siempre orábamos antes de comer, y a menudo bendecíamos el alimento. Frecuentemente repetíamos frases como: “Bendice este alimento para que fortalezca nuestro cuerpo.” Mis amistades judías se extrañaban de ese tipo de oración. Ellos asumen que el alimento que van a comer ya ha sido bendecido por Dios, porque lo hizo y lo proveyó a manera de regalo. Las oraciones que ellos hacen son de gratitud y honor a Dios, quien nos ha dado buenos alimentos, como el pan y el vino.

Cuando Yeshúa iba a alimentar a los cinco mil en Galilea, la Biblia nos dice que pronunció una bendición. “Y mandando a las gentes recostarse sobre la hierba, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a las gentes” (Mat. 14:19, antigua versión Reina Valera). Antes de vivir en Israel, yo pensaba que Yeshúa estaba bendiciendo los alimentos. Sin embargo, Yeshúa de seguro simplemente estaba bendiciendo a Dios, quien dio el alimento, según la costumbre hebraica.

No hay “J” en el Abecedario Hebreo

Mientras comenzaba a tomar clases de hebreo, me asombré que no existía el sonido inglés de “j” en el hebreo. Me preguntaba, ¿por qué mi Biblia en inglés tiene tantos nombres de personas y lugares judíos que comienzan con “J”? Cuando busqué los nombres en la Biblia hebrea, encontré que todos comienzan con la letra “yod”, que realmente tiene el sonido de “y.” Luego me enteré que cuando escribieron las primeras Biblias en inglés, usaron un inglés antiguo, y durante ese tiempo la letra inglesa “j” se pronunciaba como “y.” Con el paso del tiempo, se produjo el actual sonido inglés de “j.” Traducciones posteriores a otros idiomas continuaron escribiendo esos nombres hebreos con la letra “j,” incluyendo las del español. Aquí hay algunos ejemplos: En hebreo, Joel se debe pronunciar “Yoel,” Josué se pronuncia “Yehoshua,” Jeremías es “Yirmiyahu” y Judá es “Yehudá.”

Nombres Bíblicos tienen Significado

Después de aprender un poco más de hebreo, encontré que los nombres en la Biblia eran muy significativos. De repente comencé a ver descripciones, no tan sólo nombres. Melquisedec es un ejemplo interesante (Gén. 14:18). Realmente se compone de dos palabras hebreas: “melqui” y “tzedec.” Melqui significa “mi rey,” y tzedec significa “justo.” De esa manera, cuando alguien lo llamaba por su nombre, le estaban diciendo “mi justo rey.” El nombre de Yeshúa en hebreo significa “salvación.”

Los nombres de los dos hijos de Isaías son mensajes que Dios quiso dar a Israel. Su primer hijo se llamó Maher-shalal-hash-baz, que significa “veloz es el botín, rápida la presa” (Is. 8:1-3). Su segundo hijo se llamó Sear-jasub(pronunciado como Shear-Jashuv), que significa “un remanente volverá” (Is. 7:3). Cada vez que la esposa de Isaías llamaba a los niños para comer, anunciaba a todo el vecindario que vendría una guerra y una cautividad para el pueblo, pero que luego volvería un remanente.

El Testamento Más Nuevo está escrito en Clave

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Frecuentemente, los cristianos del siglo 21 no comprendemos plenamente lo que leemos en la Biblia porque la leemos a través de nuestros propios lentes culturales. Vivimos casi 2,000 años después de los eventos descritos en el Más Nuevo Testamento, y entre 2,500 y 4,000 años luego de los eventos del Más Antiguo Testamento. La mayoría de los cristianos también viven muy lejos de la Tierra de Israel, y hablan un idioma diferente al de los autores originales de la Biblia.

Para complicar la situación, el Más Nuevo Testamento fue escrito en un tipo de clave breve. ¿A qué me refiero? La audiencia del momento comprendía las costumbres de su época, y por eso no requería explicación. Pablo dijo: “Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad” (1 Cor. 5:6-8).

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A menos que usted conozca sobre la fiesta de Pascua, no captaría la manera en que se aplica el concepto de levadura en este pasaje. Durante la Pascua, toda la levadura se remueve de la casa, y solamente se consume alimento sin levadura durante los ocho días de la fiesta. La levadura simboliza el pecado. Los lectores en tiempos de Pablo sabían eso, pero nosotros no necesariamente tenemos esa claridad.

Para el tiempo en que Pablo escribió la carta a los judíos en Corinto, hubiera sido hasta tonto explicarles el asunto de la Pascua, porque cada uno sabía cómo se celebraba, incluyendo los versos bíblicos que se leían, las canciones que se cantaban, las comidas que se compartían y la historia en Éxodo que se narraba. Si Pablo hubiese definido todo eso, sería como si escribiésemos una carta sobre la Navidad a nuestro amigo, definiendo cada detalle. No tendríamos que hacer la siguiente explicación: “Sabes, la Navidad es aquella celebración en que conmemoramos el nacimiento de Yeshúa. Decoramos nuestras casas, hacemos comidas especiales, cantamos y hacemos regalos.” Si escribiéramos así, nuestros amigos creerían que tenemos algún problema mental, porque todos en nuestra cultura saben a qué nos referimos cuando escuchan la palabra “Navidad.”

Hay otros conceptos que tampoco se describen con detalle en el Más Nuevo Testamento. Por ejemplo, no hay mucha explicación sobre cómo cantaba la congregación durante los servicios de adoración. Solamente se menciona de pasada en este texto: “Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor; dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre”(Ef. 5:18-20). Aunque no se describe cómo era la adoración, ¿eso significa que la congregación no adoraba a Dios por medio del cántico? No lo creo. Simplemente era innecesario mencionarlo, porque todos conocían los 150 maravillosos cánticos en el libro de los Salmos, y probablemente cantaban otros más.

Ayunando a Estilo Judío

El pueblo judío ayuna durante varios días del año. Yom Kipur (Día del Arrepentimiento) y Tisha b’Av (el 9 del mes de Av) son los dos días más importantes. Los ayunos comienzan el día antes al anochecer y continúan hasta el anochecer del día próximo. Durante esos días, no solamente dejan de comer alimento, sino que también dejan de beber agua. Se abstienen de todo tipo de actividad que produzca placer, incluyendo el baño. Eso se debe a que Dios dijo que el ayuno es para afligir sus almas (Lev. 23:27). Le puedo decir lo siguiente: es mucho más fácil ayunar de comida que de líquidos.

Letras Hebreas usadas como Números

Cada letra hebrea tiene un valor numérico. Los capítulos y los versos en la Biblia Hebrea no se identifican con nuestros números tradicionales, sino con letras hebreas. Por esa razón, algunos números tienen gran significado. El número 18 se considera muy bueno, porque ese número también constituye la palabra “jai,” que significa “vida” en hebreo.

Para concluir, le quiero animar a que profundice más en la cultura de la Biblia y que haga estudios sobre el significado de algunas palabras hebreas. Si le es posible, visite a Israel para que la Biblia le hable de una manera totalmente nueva.

Por Rebecca Brimmer,
Presidenta Ejecutiva Internacional


Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos al Mundo Hispano

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Bibliografía

Encyclopedia Judaica. Jerusalem, Israel: Keter Publishing House.
Stern, David. Jewish New Testament Commentary. Jerusalem, Israel: Jewish New Testament Publications, 1992.
Young, G. Douglas. Young’s Compact Bible Dictionary. Wheaton, Illinois: Tyndale House Publishers, Inc., 1989.

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