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Trabajadores humanitarios de WCK: Las bajas civiles ocurren en la niebla de la guerra

abril 5, 2024
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El coronel Richard Kemp se desempeñó como comandante de las fuerzas británicas en Afganistán.

La muerte de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen (WCK) fue una terrible tragedia. Sólo podemos admirar la valentía y la humanidad de estos hombres y mujeres —y otros como ellos— que trabajan para aliviar el sufrimiento de la población civil, sabiendo que podrían morir o resultar gravemente heridos en una zona de guerra donde, por definición, ningún lugar puede ser seguro. Si bien, los combatientes de ambos bandos tienen el deber absoluto de respetar las leyes de la guerra y, cuando sea posible, evitar matar a civiles no involucrados, la responsabilidad final de todos los asesinatos en esta guerra (incluidos los trabajadores de WCK) recae en Hamás.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aceptaron la responsabilidad directa por estas muertes, e iniciaron una investigación independiente a cargo del Mecanismo de Evaluación de Investigación. Hasta que se complete la investigación, no sabremos exactamente cómo se produjeron estos ataques. Sin embargo, conociendo el espíritu de las FDI y su estricto cumplimiento de las leyes de la guerra, es impensable que la acción tuviera la intención deliberada de matar a los trabajadores humanitarios.

Algunos han sugerido, sin embargo, que ese era, de hecho, el propósito del ataque. Pero dejando de lado la moralidad y la legalidad, ¿cuál habría sido el beneficio de matar intencionalmente a estos trabajadores humanitarios? La comprensiblemente dura condena mundial habría sido totalmente predecible para cualquiera, que contemplara un plan tan malvado.

Aquellos que dicen que el ataque obviamente tenía como objetivo matar a los trabajadores de WCK, señalando que los vehículos llevaban sendos anuncios de dicha organización por todos lados; presumiblemente nunca han considerado la óptica de los drones por la noche. De hecho, el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevy, ha dicho que una evaluación preliminar muestra, que el incidente ocurrió como resultado de una “identificación errónea”.

La implicación de esto es que quien ordenó y llevó a cabo los ataques, creía que los vehículos atacados contenían terroristas; lo que sugiere inteligencia incorrecta o falla de vigilancia, posiblemente agravada por un error humano. Hay muchas variables. Aún no sabemos si quienes llevaron a cabo los ataques actuaron de acuerdo con las reglas de enfrentamiento de las FDI o fueron negligentes. A veces, los soldados y comandantes se comportan de manera imprudente o irresponsable; y esto sucede en todos los ejércitos del mundo, incluido el de Israel.

Tampoco sabemos si el personal de WCK pasó información precisa sobre sus movimientos; o si las FDI la entendieron correctamente o la compartieron con el comandante del ataque. Sin embargo, sí sabemos que diferenciar entre fuerzas enemigas y civiles no involucrados se vuelve mucho más difícil, debido al uso de “escudos humanos por parte de los terroristas de Hamás”, siempre moviéndose y luchando vestidos de civiles y, a veces, utilizando vehículos civiles como ambulancias y camiones de ayuda.

Desafortunadamente, pesadillas como ésta ocurren frecuentemente en la niebla de la guerra, con su confusión, caos, peligro, muerte, destrucción, sobrecarga mental, presión humana y fallas técnicas; que esta trae consigo.

Por ejemplo, durante la retirada de Estados Unidos de Afganistán en agosto de 2021, un ataque con aviones no tripulados estadounidenses a Kabul, mató por error a un trabajador humanitario y a nueve miembros de su familia, incluidos siete niños. El general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, explicó: “En un entorno dinámico de alta amenaza, los comandantes en el terreno tenían la autoridad adecuada y tenían una certeza razonable de que el objetivo, era válido. Pero después de un análisis más profundo, posterior al ataque, llegamos a la conclusión de que murieron civiles inocentes”. Este ataque también se produjo como resultado de un vehículo mal identificado.

Otra tragedia ocurrió en octubre de 2015, cuando un helicóptero de combate estadounidense atacó un hospital en Kunduz operado por `Médicos Sin Fronteras´, en el que murieron 42 miembros del personal y pacientes; y muchos mas resultaron heridos. Estados Unidos atribuyó el incidente a “un error humano evitable, agravado por fallas en los procesos y equipos”, y la tripulación del avión identificó erróneamente el hospital, como un edificio controlado por los talibanes.

Nunca he tenido experiencia personal en el accidente de matar civiles inocentes, pero durante diferentes campañas estuve involucrado en los llamados incidentes “azul contra azul” o “fuego amigo”, que no son diferentes. A menudo ocurren en condiciones de poca visibilidad, o en terrenos difíciles, como zonas urbanas o boscosas; cuando sé de primera mano que es muy fácil identificar erróneamente a tus propias tropas. Tres soldados de mi propio regimiento murieron en un ataque aéreo estadounidense en Afganistán, en agosto de 2007, debido a un error humano tanto del comandante del ataque estadounidense como del controlador de tierra británico. Los desafíos que plantea el caos inherente al campo de batalla, y los consiguientes errores (que se aplican también a las bajas civiles); se ilustran como estimaciones que sugieren hasta el 25% de las bajas estadounidenses en la guerra, y resultan han debido a fuego amigo.

No tengo ninguna duda de que la investigación independiente, revelará todos los hechos y se hará pública. Si hay malicia intencional, violaciones de las reglas de enfrentamiento de las FDI o comportamiento imprudente; las personas serán consideradas responsables ante la justicia militar. Las FDI también aprenderán lecciones que ayudarán a evitar se repitan, aunque la desafortunada realidad de la guerra es que se repetirán, a través de otros incidentes trágicos durante este y otros conflictos en todo el mundo; especialmente, cuando los terroristas utilizan escudos humanos como medios de defensa.

En esta guerra en Gaza, hay dos medios infalibles para prevenir mayores actos de violencia contra civiles y soldados. La primera es que Hamás se rinda y libere a todos los rehenes. El segundo, es la destrucción de Hamás por parte de las FDI.

El coronel Richard Kemp es un ex comandante de las Fuerzas Armadas del Reino Unido.

Publicado el 4 de abril de 2024

 

ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por los seres queridos de los trabajadores de WCK mientras enfrentan esta trágica pérdida. Oremos para que el Señor les traiga consuelo, paz y fortaleza a pesar de la incertidumbre que rodea su muerte. Clamemos al Señor para que mensajes como este del coronel Richard Kemp lleguen a la atención de las naciones, haciéndoles reconocer la hipocresía en las reacciones de los líderes mundiales y comprender que tales tragedias —aunque profundamente lamentables— son ineludibles en guerra. Oremos para que culpen directamente a Hamás, que obligó a Israel a participar en una guerra que los israelíes han estado tratando de evitar durante décadas.

VERSO BÍBLICO: “Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa contra una nación impía; líbrame del hombre engañoso e injusto. Ya que Tú eres el Dios de mi fortaleza“.

–Sal 43:1-2a NBLA

 

Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz

 

Publicado en abril 5, 2024

Fuente: Un artículo por Cnel. Richard Kemp originalmente publicado por Ynetnews, el 4 de abril de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.

Fotografía por: Europecentral/wikimedial.org

Fotografía con licencia: Wikimedia