Durante más de una generación la izquierda israelí y los líderes occidentales, han insistido en que “los palestinos quieren la paz. Quieren un Estado propio. Quieren que Israel abandone la Franja de Gaza, Judea, Samaria y Jerusalén. Y una vez que consigan estas cosas, vivirán en paz con Israel”.
A lo largo de los años, dirigentes políticos, militares, académicos y periodistas israelíes han elaborado voluminosos informes que exponían, el apoyo de la AP al terrorismo y su implicación en él. Han elaborado expedientes enciclopédicos, documentales e informes de inteligencia; que exponen cómo su sistema educativo adoctrina a los niños desde que nacen –para que abracen la causa de la aniquilación de Israel– e imbuye a toda la sociedad palestina –de una perspectiva genocida yihadista de corte nazi– que busca la eliminación total del judaísmo y de los judíos, de la faz del planeta.
Más allá de algunas condenas poco entusiastas, de funcionarios del Departamento de Estado estadounidense, a lo largo de los años –y un par de carcajadas aún menos comprometidas de funcionarios de la ONU [Organización de las Naciones Unidas] y de la UE [Unión Europea]– ninguno de estos informes, documentales o revelaciones; ha influido en la devoción de Occidente por la llamada “solución de los dos Estados”; ni en la tendencia de los occidentales, a culpar de la ausencia de paz a los israelíes de “derecha” o “extrema derecha”; que rechazan las concesiones territoriales a una sociedad y una autoridad gobernante; que aspiran a borrar a Israel del mapa.
En los últimos 30 años los izquierdistas israelíes han abordado el problema a veces ‘solo de labios’. Pero debido a una combinación de intereses políticos; fragilidad ideológica; y dependencia de los aliados occidentales; el grueso de la izquierda israelí se ha negado a aceptar las implicaciones estratégicas de la ausencia de un liderazgo palestino –o de una sociedad, para el caso– que esté dispuesto a aceptar el derecho de Israel a existir; con o sin Judea y Samaria; con o sin Jerusalén.
El 7 de octubre el sadismo y el alcance de la matanza de Hamás, conmocionaron a toda la sociedad israelí. Los datos de las encuestas indican, que se ha producido un cambio radical de opinión entre los izquierdistas israelíes respecto a la posibilidad de una coexistencia pacífica, con los palestinos.
No puede decirse lo mismo de Occidente. Encabezados por la administración Biden, los gobiernos occidentales han insistido uniformemente en que Hamás no representa a los palestinos. Y dicen que la mayoría de los palestinos, incluidos los de Gaza; quieren una paz con Israel que incluya un Estado palestino.
Desde el 8 de octubre los funcionarios estadounidenses –y sus homólogos de la UE, la ONU y otros países– han insistido casi todos los días en que “si Israel ataca con demasiada dureza en Gaza, si niega la denominada ‘ayuda humanitaria’ a la población de Gaza; atraerá a esta pobre gente hacia Hamás, garantizando otra generación de guerra”.
En otras palabras, según este relato; ‘los palestinos se oponían a Hamás, y se declaraban sus víctimas involuntarias hasta antes de que Israel lanzara sus contraataques en Gaza’. Y ‘una vez que Israel desplegó sus fuerzas terrestres en Gaza, fue que estas personas se vieron obligadas a echarse en los brazos de Hamás’.
Sopesando los resultados de un sondeo de opinión
El jueves la Universidad de Birzeit, cerca de Ramala; publicó una encuesta de opinión palestina que respondía a esta afirmación central de Occidente. Su respuesta era tan suavizada como el terciopelo.
Los investigadores de Birzeit recopilaron los datos mediante entrevistas cara a cara con miles de palestinos en toda Judea y Samaria y en tres puntos del sur de Gaza. También hablaron con residentes del sur de Gaza y con evacuados de las zonas de combate del norte de Gaza.
Alrededor del 75% de los palestinos apoya la matanza del 7 de octubre dirigida por Hamás. Otro 11% no tiene opinión, son neutrales sobre si es buena idea violar y torturar, y decapitar, quemar vivos y secuestrar a mujeres, hombres, niños y bebés. Sin embargo, tres cuartas partes de los palestinos piensan que es un gran logro.
Asimismo, el 75% de los palestinos busca la aniquilación de Israel. Quieren una Palestina “del río al mar”. Esta postura es distinta de la de apoyar un Estado judío-árabe del río al mar, o la llamada “solución de un Estado”, que sólo es apoyada por el 5.4% de los palestinos. Otro 17.2% apoya la solución de dos Estados.
Si Hamás no representa a los palestinos, es difícil entonces entender ‘quién los representa’. El 76% de los palestinos apoya a Hamás. El 88% de los palestinos de Judea y Samaria apoyan a Hamás, y el 60% de los residentes en Gaza apoyan a Hamás. La AP sólo cuenta con el apoyo del 10% de los palestinos.
Los únicos grupos que gozan de más apoyo que Hamás son los grupos terroristas que no aspiran a otra cosa que a matar judíos: ‘la Yihad Islámica de Irán; las Brigadas al-Aqsa de Fatah de la Autoridad Palestina; y las células terroristas de Hamás, como las Brigadas Izz al-Din al-Qassam, que gozan de niveles de apoyo aún mayores que el propio Hamás.
Los palestinos creen que no existe ninguna razón creíble para que alguien, apoye a Israel. En la medida en que las naciones occidentales apoyan a Israel; los palestinos lo atribuyen a teorías conspirativas antisemitas sobre el poder y el dinero de los judíos. Un 92% cree que el “lobby judío” está detrás del apoyo occidental a Israel. Y el 96% cree que el apoyo occidental a Israel se debe a intereses económicos.
En cuanto a los occidentales que insisten en que los palestinos son pacíficos y odian a Hamás; los palestinos odian tanto a los occidentales como a Israel: ‘el 98% de los palestinos odia a Estados Unidos y el 97% a Gran Bretaña’.
Si hay algún rayo de esperanza que emane de estos datos, es la disparidad entre las posiciones de los palestinos de Gaza y los de Judea y Samaria. Mientras que el 88% de los palestinos de Judea y Samaria apoyan a Hamás, sólo el 60% de los gazatíes lo hacen.
La razón se debe sin duda a la operación de fuerzas combinadas de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza. Resulta que ver sus casas destruidas y verse obligados a evacuar, amortigua un poco el apoyo de los gazatíes al genocidio y a sus autores.
Cuando los occidentales se acercan a los palestinos, lo hacen a través de los prismas de sus propias preferencias y valores, y con una gota (o un océano) de hostilidad hacia el Estado judío.
Los occidentales suponen que los palestinos buscan un futuro de prosperidad libertad y paz, porque eso es lo que aspiran estos occidentales, aspiran preservar para sí mismos. Pero no es así; o al menos, no como lo piensan los occidentales. Los palestinos quieren una vida mejor. Pero su concepción de una vida mejor es una vida de ‘yihad, de matar infieles’. Lo que les motiva no es la prosperidad, sino el genocidio (el establecimiento de un gobierno islámico mundial).
Las acciones no mienten y los datos tampoco. Los palestinos son una sociedad unificada por su objetivo común de aniquilar a Israel. Eso es lo que son. Eso es lo que quieren.
Publicado el 20 de noviembre de 2023
ENFOQUE DE ORACIÓN: Pidamos al Señor que desenmascare el lema “Del río al mar, Palestina será libre”, mostrando lo que realmente es: un llamado de odio para cometer genocidio. Oremos para que el motivo detrás de este llamado sea expuesto, comprendido y condenado por lo que es: un deseo de erradicar la tierra de Israel y al pueblo judío.
VERSO BÍBLICO: “Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como posesión perpetua. Y Yo seré su Dios“.
–Génesis 17:8 NBLA
Publicado en noviembre 22, 2023
Fotografía por: Wisam Hashlamoun/Flash90/jns.org
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