Un silencio reverencial se apoderó de la sala, cuando las cuatro mujeres musulmanas estadounidenses, inclinaron la cabeza en oración el viernes, por las víctimas del ataque de Hamás contra Israel.
Momentos antes la multitud interreligiosa presente en el apartamento de esta ciudad del Néguev occidental, que incluía musulmanes, judíos, un sij con turbante blanco, una familia mixta israelí y el alcalde Yitzhak Danino; permanecía hipnotizada, mientras se entonaban las palabras árabes de súplica por los israelíes asesinados en la masacre.
“El mundo musulmán guardó silencio [en su mayoría] sobre lo ocurrido el 7 de octubre”, dijo al grupo Farhana Kohrshed, de 51 años, nacida en Bangladesh y que se trasladó a Boston, cuando era adolescente. “Estamos aquí para denunciar lo que Hamás les ha hecho”.
No es un clásico grupo turístico
La extraordinaria delegación de mujeres líderes musulmanas, recorrió este fin de semana en estos difíciles tiempos; el sur de Israel que continúa asolado por la guerra; desafiando a los renovados ataques con cohetes de Hamás; cuando se derrumbó el alto al fuego; y experimentando el ponerse a cubierto, cuando los proyectiles impactaban las inmediaciones de ellas.
Este grupo, organizado por el Movimiento de Lucha contra el Antisemitismo; se dirigió primero a la ciudad abandonada de Sderot; que en su punto más cercano a la Franja de Gaza, está a menos de una milla.
Se agazaparon bajo un parque infantil mientras caían los cohetes, contemplaron las casas dañadas y escucharon la historia de Geula Baher, de 81 años. Cuando los terroristas de Hamás irrumpieron en su casa del kibutz Be’eri, dijo a su marido y a su sobrino que se escondieran. Los terroristas la apuñalaron en la sala, solo a ella.
Alrededor del 10% de la población de los 1,100 kibutzim [plural de kibutz, comunidad colectiva] fueron asesinados, el 7 de octubre.
Be’eri estaba en su itinerario de visita, pero con el fin del alto al fuego y la reanudación de la guerra; se cerró el paso a todo el personal no militar, el viernes.
A continuación viajaron a Ofakim, que perdió 52 residentes en el ataque. Visitaron la casa acribillada a balazos de Rachel Edri, la abuela que burló a los terroristas de Hamás dándoles de comer y tomar cafá; mientras ella y su marido estaban tomados como rehenes.
Después, conocieron a la familia Elfasi. Tali madre musulmana marroquí de 40 años y su marido David, judío marroquí de 56 tienen seis hijos y viven en la ciudad desde hace dos décadas. Ellos no tienen una habitación segura contra bombardeos; así que se refugiaron con un vecino judío ultraortodoxo en el piso de arriba, durante el ataque de Hamás.
A continuación las visitantes se dirigieron a una reunión, con dirigentes de la ciudad beduina de Rahat. Donde hablaron de los 19 miembros de su comunidad que se encontraron entre las 1,200 personas asesinadas el 7 de octubre.
Las mujeres abrazaron repetidamente a las familias de las víctimas en cada parada, ofreciéndoles fuerza de voluntad.
“Este es el verdadero Israel del que nunca se oye hablar en las noticias”, dijo Anila Ali, de 56 años, presidenta y directora ejecutiva del ‘Concilio Americano-Musulman e Interfe de Mujeres’. “Este es el Israel que nadie conoce”, declaró a JNS durante la visita.
Ali nació en Pakistán, donde según dijo, “le enseñaron a odiar y temer”. Se trasladó a Estados Unidos siendo una joven madre, después de varios años en Arabia Saudita, donde le mostraron una versión diferente del Islam. Recientemente ella fue noticia –y recibió amenazas de muerte desde California, donde vivía– por su discurso en la multitudinaria Marcha por Israel, celebrada el mes pasado en Washington DC; y que terminó el discurso con las palabras en hebreo “Am Yisrael Chai”, “la nación de Israel vive”.
“Como musulmanes estadounidenses estamos en una posición única, para mostrar a los demás un espejo”, dijo. “El mal está [entre] nosotros, que no permitimos que nuestros hijos vivan en paz y queremos la guerra perpetua”.
La guerra que comenzó hace casi dos meses no es sobre israelíes y palestinos, sino sobre el bien y el mal, dijo Ali.
Israel lucha por el mundo
“Universalmente nos enseñan que Israel es el opresor y que los palestinos han perdido su patria”, dijo Soraya M. Deen, de 60 años, de Los Ángeles, que nació en Sri Lanka y llegó a Estados Unidos de joven. “Es como un juramento para apoyar a los palestinos, y la gente ni siquiera diferencia entre Hamás y los palestinos. Muchas líneas están borrosas”.
Dijo que la muda reacción de los musulmanes en el mundo; y su falta de reconocimiento de la brutalidad de Hamás el 7 de octubre, así como la preocupación por el creciente antisemitismo en Estados Unidos; la impulsaron a realizar este viaje de cinco días.
“El mal prevalece cuando la gente buena no hace nada”, dijo Deen. “Siento que Israel lucha por el mundo entero”.
Publicado el 4 de diciembre de 2023
ENFOQUE DE ORACIÓN: Alabemos a Dios por esta delegación interreligiosa y su mensaje de apoyo a Israel. Oremos para que las palabras de una mujer musulmana estadounidense, que reconoce que esta es una guerra contra el mal y que Israel está luchando por toda la humanidad, se escuchen en todo el mundo. Pidamos al Señor que bendiga y proteja a estas valientes mujeres, ya que sus palabras y acciones pueden hacer que reciban ataques.
VERSO BÍBLICO: “El que habla verdad declara lo que es justo, pero el testigo falso, falsedad… Los labios veraces permanecerán para siempre, pero la lengua mentirosa, solo por un momento“.
–Prov 12:17,19 NBLA
Publicado en diciembre 6, 2023
Fotografía por: Yoav Lin/jns.org
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