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¡Traigámoslos de vuelta a casa!

abril 3, 2023
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Peter Fast accompanying Ethiopian Jews on their journey to Israel.

Recientemente abordé un avión a Adís Abeba, Etiopía, para representar a Puentes para la Paz en una visita organizada por Keren Hayesod, una organización que, como nosotros, se dedica a cumplir la profecía bíblica ayudando a los judíos a volver a Israel. Junto con la delegación de líderes de Keren Hayesod de todo el mundo, nos dirigimos a la región de Gondar en el noroeste de Etiopía. Allí viajamos de pueblo en pueblo, conociendo a los últimos restos de la comunidad judía etíope y dándoles esperanza.

Viajar por Gondar fue como regresar 2,700 años en el tiempo. Esta es la antigua tierra de Cus, mencionada por primera vez en Génesis 2:13, donde decenas de miles de judíos etíopes han vivido durante generaciones. Los eruditos creen que se originan de la Tribu de Dan, dispersada por los asirios y conducida allí hace 2,700 años.

El nivel de pobreza es atroz. Vi a los niños bebiendo agua de arroyos fangosos. No existen la electricidad, el saneamiento y la plomería y los estragos de la enfermedad son evidentes. Las mujeres caminan durante horas para llegar al mercado o al pozo y los hombres trabajan en el campo con bueyes enyugados y arados de madera. La hambruna y la guerra civil que asola el norte de Etiopía hacen que la inseguridad alimentaria sea una realidad cotidiana. Las casas están construidas con barro y paja, con estructuras toscas hechas de ramas de eucalipto y cubiertas por un techo de acero corrugado. Los pisos de tierra se destacan como un marcador obvio de pobreza. Cada choza mide aproximadamente 3×3 m (10×10 pies), con una familia entera viviendo adentro. Hasta 14 de estas pequeñas chozas están agrupadas con un baño común sin plomería.

Visitamos a una hermosa familia judía que actualmente se está preparando para hacer aliá (inmigrar a Israel) después de esperar diez años. El exterior de su casa está adornado con una estrella de David. La madre amamantó a su bebé mientras hablaba con nosotros mientras su esposo y otros siete niños miraban. Escuchamos su historia, los animamos y les dimos un regalo. El padre besó mi mano para mostrar su gratitud.

Una vez que superé mi conmoción por la pobreza, la gozosa esperanza en los rostros de estos pueblos ante su inminente regreso a Israel me dejó asombrado ante el Dios del Universo, que es fiel a Su pacto.

Micha Feldman, quien participó en el milagroso rescate de judíos etíopes en 1984-1985, nos dijo: «Del pecho de su madre, bebieron la leche del sionismo». Esta es la única comunidad judía en el mundo que nunca ha necesitado ser convencida para hacer aliá, dijo. Han puesto su fe en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y después de dos milenios, Él ha demostrado ser fiel. Ellos están regresando a casa.

Sin embargo, históricamente el regreso a casa ha presentado obstáculos que han dejado profundas cicatrices de sufrimiento. Entre 1977 y 1984, miles de judíos etíopes pusieron su mirada en Jerusalén y recorrieron a pie el trayecto de 3,124 kilómetros (1,940 millas) hasta Israel con sus niños pequeños, mujeres embarazadas y ancianos a cuestas. Viajaron por terrenos peligrosos y fueron perseguidos perpetuamente por las autoridades.

Adani, quien acompañó a nuestra delegación, tenía 15 años cuando formó parte del primer grupo de judíos etíopes que iniciaron el viaje en 1977. Nos contó su historia del Éxodo actual. Cruzaron montañas y valles de noche, escondiéndose de los soldados del gobierno que los perseguían durante el día. Muchos murieron en el camino. El grupo de Adani finalmente llegó a Sudán, solo para enfrentarse a un ejército sudanés hostil. Fueron capturados y colocados en campos de refugiados. Casi 20,000 judíos etíopes siguieron sus pasos y corrieron la misma suerte. Las condiciones en los campamentos eran atroces y miles perecieron de enfermedades y hambre, incluidos dos de los hermanos de Adani. Sin embargo, el Dios de Israel no los había abandonado. Él escuchó sus gritos (Éxodo 2:24) y envió liberación. En una audaz misión encubierta denominada ‘Operación Moisés’, Israel rescató a estos judíos etíopes en 1984-1985.

La ‘Operación Salomón’ siguió en 1991, cuando Israel rescató a 14,325 judíos etíopes de Adís Abeba durante un alto al fuego de 36 horas entre facciones en guerra: ¡un milagro de proporciones bíblicas y proféticas! Regresaron a Israel sobre “alas de águila” (Éxodo 19:4). Sin embargo, hoy, 32 años después, hay miles de judíos etíopes más que esperan hacer un viaje similar al hogar de sus corazones.

Cuando nuestra delegación abordó nuestro vuelo de regreso a Israel, no estábamos solos. ¡Nuestro avión iba lleno de judíos etíopes haciendo aliá! Cuando ellos vieron por primera vez el suelo israelí a través de las ventanas del avión, se pusieron a cantar, alabando a Dios mientras las ruedas del avión tocaban el suelo. ¡Por fin estaban en casa!

La historia aún no ha terminado. El año pasado 1,500 judíos etíopes hicieron aliá. Durante el reciente viaje a Etiopía, tuvimos el honor de visitar al siguiente grupo de 1,500 personas que esperan volver. Hay miles más. Israel está comprometido a traer a casa a todos los judíos etíopes, pero su aliá tiene un costo enorme. Es por eso que nosotros entraremos en la brecha para ayudar.

Puentes para la Paz se dedica a cumplir el llamado de Dios para ayudar a traer a Su pueblo a casa, en acuerdo con Su palabra profética (Jeremías 16:14-15). Cristianos de todo el mundo se asocian con nosotros a medida que nos unimos a Israel para hacer de esto una realidad. Jerusalén se ha comprometido a traer de vuelta a casa al próximo grupo de 1,500 personas en los siguientes meses, pero necesitamos tu ayuda para que esto suceda. Literalmente estamos presenciando la conclusión de un capítulo del exilio judío. La Tribu de Dan está volviendo a Israel, y tú puedes ser parte de eso. Hacemos un llamado a los cristianos de todo el mundo, creyentes en la Biblia que aman lo que Dios ama, para que tomen medidas y rescaten al último remanente de judíos etíopes en el exilio. ¡Entonces todos podremos alabar al Señor porque Dan estará de regreso a salvo, una vez más después de 2,700 años, en la Tierra de Israel! ¡Traigámoslos de vuelta a casa!

Bendiciones desde Israel,

Peter Fast

Presidente Ejecutivo Internacional electo

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz