Una luz en la oscuridad de Majdal Shams

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El 27 de julio de 2024 era un hermoso día de verano en Majdal Shams, una ciudad drusa del norte de Israel. Al caer la tarde y con la llegada del crepúsculo, se aliviaba por fin el calor del día, mientras cientos de amigos, familias y vecinos de esta unida comunidad se reunían alrededor de una de las canchas de fútbol de la ciudad para presenciar un partido de la liga juvenil. Los jugadores, todos niños, lucían con orgullo sus uniformes de la liga. Cuando el silbato sonó para dar inicio al partido, padres, madres, tías, tíos, abuelos y hermanos gritaban entusiasmados, animando al pequeño jugador al que habían ido a apoyar. Lo que estas despreocupadas personas no sabían, era que una terrible pesadilla estaba a punto de comenzar para aquella pequeña comunidad.

A kilómetros de distancia, en el sur del Líbano, un grupo de terroristas de Jizbolá que logró evadir el sistema de detección cargó un misil Falaq-1 en un lanzacohetes móvil. Preparó la punta del misil con una ojiva de 50 kg (110 libras) y luego disparó, lanzando un presagio de muerte a través del cielo hasta la nación vecina de Israel.

Debido a la proximidad de Majdal Shams con la frontera del Líbano, cuando sonaron las sirenas transcurrieron solo unos pocos segundos antes de que el misil alcanzara su objetivo. A las 6:18 p.m., el misil de fabricación iraní se estrelló contra la cancha de fútbol, desatando una bola de fuego y metralla seguida de una espantosa lluvia de miembros y sangre. Todo el pueblo fue sacudido por el impacto de la explosión. 

¿Puedes imaginar el dolor desgarrador de esos padres desesperados cuando se lanzaron al campo de fútbol mientras sus mentes frenéticas trataban de asimilar el enorme cráter que dejó el cohete, rodeado de ríos de sangre y restos humanos, mientras sus ojos buscaban una señal de vida entre los cuerpos esparcidos alrededor?

Cuando finalmente el clamor se desvaneció dando paso a un silencio atónito, se confirmó el número de víctimas mortales. Doce niños de entre 10 y 16 años fueron asesinados, mientras que 38 resultaron heridos. Estos niños inocentes jugaban al fútbol ante la mirada de sus padres cuando la carnicería causada por un misil terrorista apagó violentamente sus vidas.

Todo Israel lloró unido, pero nadie sufrió tanto como el pueblo de Majdal Shams. En una comunidad tan unida, todas las familias perdieron al menos a un ser querido, muchas de ellas lloraron por la pérdida de más de uno de sus miembros. En un instante, doce familias perdieron las joyas más preciadas que cualquier padre puede tener: sus hijos.

Una oleada de amor y apoyo llegó desde todo Israel y desde otras partes del mundo entero cuando, días después, el pueblo presenciaba los funerales de los 12 niños. Las familias contaron cómo muchos israelíes viajaron desde diversos lugares para brindarles un abrazo y palabras de cariño. Miles de drusos se reunieron en Majdal Shams llevando los ataúdes de sus hijos e hijas. Había grandes fotografías repartidas por todo el pueblo que mostraban los rostros radiantes de las jóvenes víctimas. Las madres lloraban desconsoladas. Los padres permanecían con el rostro pálido mientras las lágrimas silenciosas surcaban sus mejillas hundidas.

En Puentes para la Paz, sentimos profundamente el dolor del pueblo de Majdal Shams y quisimos responder de forma tangible para llevar amor y luz a esta comunidad quebrantada. Poco después de la tragedia, nuestra directora de Estudios, Ilse Strauss, visitó a la afligida comunidad para escuchar a sus líderes. Mientras orábamos para saber cómo actuar, Dios nos dio una respuesta.

Un mes antes del ataque en Majdal Shams, unimos fuerzas con el reverendo Majed El Shafie, fundador de One Free World International (OFWI), una organización que trabaja para brindar amor y asistencia a las víctimas de la persecución en todo el mundo. Después de la invasión de Hamás y la masacre de israelíes el 7 de octubre de 2023, el reverendo Majed comenzó a producir el documental, Dying to Live, (Muriendo por vivir) para relatar la historia de los atentados del 7 de octubre. La película pretende presentar a algunos sobrevivientes israelíes, así como a los familiares de los rehenes, y a personas y familiares que perdieron a un ser querido o a soldados caídos en el frente de batalla. Además, tuve el honor de ser uno de los entrevistados como experto para el documental. Puentes para la Paz se asoció con OFWI en este proyecto, y gracias a la confianza y la amistad que forjamos, se nos abrió una puerta: la puerta para bendecir al pueblo de Majdal Shams.