El Washington Post publica retracción de la noticia sobre ayuda a Gaza

El Washington Post recibió numerosas críticas por compartir uno de sus artículos en redes sociales, donde publicó que "al menos 31 personas murieron" en Gaza, "según el Ministerio de Salud de la Franja; cuando las tropas israelíes abrieron fuego contra la multitud que se dirigía a recoger ayuda". El Post eliminó la publicación tras haber sido vista cerca de 2.4 millones de veces, y recibió nuevas críticas por su declaración sobre dicha eliminación y sus correcciones al artículo. El periódico afirmó, que el artículo no aclaraba si atribuir las muertes a Israel era la postura del Ministerio de Salud de Gaza, o un hecho verificado por el Post; y que realizó cambios para aclarar que no había consenso sobre la responsabilidad de los tiroteos; y que existía una controversia al respecto.

Añadió, que si bien citaba declaraciones de Israel, y que una investigación afirmaba que los soldados no dispararon contra civiles, el periódico no daba la debida importancia a la negación de Israel y ofrecía una certeza inapropiada, sobre lo que se sabía sobre el papel israelí en los tiroteos.

Las primeras versiones no cumplían con los estándares de imparcialidad del Post y no deberían haberse publicado de esa forma; declaró.

El artículo del Post no menciona que Hamás, una organización designada terrorista por Estados Unidos, controla el Ministerio de Salud en Gaza.

“Observen que el Washington Post siempre comete errores en una dirección: a favor de Hamás”, declaró el senador Tom Cotton (republicano por Arkansas). “Los medios de comunicación de extrema izquierda están más preocupados por atacar a Israel que por informar sobre los hechos”. “¿No es curioso que, de todas las correcciones que el Washington Post ha hecho desde el 7 de octubre de 2023; aún no haya dicho, que no cumplió con sus estándares de imparcialidad al no ‘dar la debida importancia’ a la versión de Hamás, de los hechos?”, escribió Robert Satloff, director ejecutivo del Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente.

Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, calificó el periódico como “noticias falsas”.

David Friedman, exembajador de Estados Unidos en Israel, declaró que la actualización “no era lo suficientemente buena”.

“Algo tan incendiario debe ser verificado antes de publicarse”, declaró. “Muere gente por este tipo de negligencia, y nadie leerá la corrección”.

Victoria Coates, vicepresidenta del Instituto de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Fundación Heritage, declaró que “20 meses repitiendo sin sentido las mentiras del ‘Ministerio de Salud’ de Gaza sin ningún cambio de comportamiento ni vergüenza, por haber sido descubierto en este periodismo falso y de mala calidad; diseñado para demonizar a Israel” es “más que una locura. Es una mala praxis”.

El artículo del Post lleva las firmas de Miriam Berger, Abbie Cheeseman, Louisa Loveluck y Hazem Balousha.

“Una prueba más de lo deficiente que es la cobertura del Washington Post sobre Israel y Gaza después del 7 de octubre. Hay excelentes reporteros en el resto del periódico, pero este equipo sigue equivocándose en datos clave, y la perspectiva siempre está en contra del mismo bando”, declaró Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias. “Las correcciones después de que el daño ya está hecho no son suficientes”. “Al principio del conflicto, tal vez se podría haber argumentado que 'Hamás los engañó'. Pero dados los años de correcciones, empiezo a preguntarme si el Washington Post, al igual que Hamás, está difundiendo deliberadamente propaganda antiisraelí a sabiendas de que el daño ya estará hecho antes de la corrección”, escribió Philip Klein, editor de National Review Online [NRO].

Noah Rothman, redactor sénior de NRO, escribió: «En apenas unas semanas, hemos tenido tres historias, que cualquiera con la curiosidad suficiente como para llamarse periodista, debería haber cuestionado al instante: la hambruna en Gaza, caracterizada por la abundancia de pasta; la afirmación de 14,000 bebés muertos en 48 horas; y ahora, la idea de que los centros de distribución de ayuda protegidos por las Fuerzas de Defensa de Israel, y supervisados por la Fundación Humanitaria de Gaza, son campos de exterminio secretos donde se acorrala deliberadamente a civiles palestinos».

«No hacía falta ser un detective para ver los errores. No hacía falta ser excepcionalmente incrédulo para escuchar a funcionarios de la ONU, insistir en que solo las Naciones Unidas podían distribuir la ayuda adecuadamente; e identificar el sesgo en juego», declaró. «Solo había que subordinar el intenso desagrado por Israel en los hechos. Eso ha resultado ser un puente infranqueable para gran parte del mundo periodístico internacional». “No hace falta decirlo, pero es sorprendente que los periodistas del Washington Post cometan errores factuales, que anteriormente solían acabar con sus carreras sobre la guerra de Gaza; siempre con una orientación antiisraelí y pro-Hamás”, declaró Omri Ceren, director legislativo y ex-asesor de política exterior del senador Ted Cruz (republicano por Texas). “Es aún más sorprendente que el periódico les permita seguir cometiéndolos”.

“Otro día, otra corrección discreta. El daño ya está hecho, pero bueno, al menos el Washington Post reescribió el titular, después de que difundiera la noticia por todo el mundo”, declaró Tal Naim, portavoz de la embajada de Israel en Washington. “En tiempos de guerra, la principal responsabilidad de los medios es la precisión. Vidas dependen de ello”.

Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz