Activistas de la flotilla de Gaza: elogiando a terroristas y bailando cuando Irán atacó a Israel.

 Algunas de las personas que se encuentran a bordo de la flotilla "Madleen", que partió del puerto italiano de Catania el 1 de junio y se espera que llegue a la costa de Gaza el 7 de este mes, en un esfuerzo por "romper el bloqueo y entregar bienes básicos a los residentes de Gaza"; son rostros conocidos. Conocí a varios de ellos hace aproximadamente un mes en el puerto de Kalkara, en Valeta; Italia. Alrededor de 40 voluntarios de varios países esperaban ahí para unirse a la flotilla anterior, que se detuvo en aguas territoriales maltesas, después de que un ataque con un dron que dañara la embarcación y la obligara a detenerse.

Apenas tres días después de iniciar la travesía desde Sicilia, los activistas afirmaron haber avistado de nuevo un dron sobrevolando el lugar; esta vez a unos 80 kilómetros de Grecia; y afirmaron estar "todos, en alerta máxima".

Previamente, el grupo abordó lanchas rápidas, llegó al límite de la jurisdicción de la Guardia Costera maltesa, gritó "¡Palestina libre!" y regresó a la costa. Muchos estaban convencidos de que Israel fue el responsable del ataque y, de hecho; la mayoría culpaba a Israel de todo lo malo que ocurre en el mundo. Era un grupo rebosante de antisemitismo: gente que odia a Israel más que amar a los palestinos.

Un activista belga me dijo: "Si Israel no existiera, no habría problemas en el mundo". Otro participante brasileño, declaró: “No nos detendremos hasta que el mundo sepa que Israel está cometiendo limpieza étnica, genocidio y crímenes contra la humanidad. Y luego continuaremos hasta que todos los refugiados palestinos regresen a casa”.

En esta flotilla participan doce personas, y entre ellas, la activista climática sueca Greta Thunberg; la eurodiputada franco-palestina Rima Hassan; la activista alemana Yasemin Acar; los participantes franceses Baptiste André, Omar Faiad, Pascal Maurieras, Yanis Mhamdi y Reva Viard; el ciudadano turco Suayb Ordu; el activista español Sergio Toribio; el brasileño Thiago Ávila; y el participante holandés Marco van Rennes.

Si bien a primera vista el grupo parece estar impulsado por motivos humanitarios, como el suministro de bienes básicos a Gaza; informes del medio alemán Bild sugieren que, al menos algunos de ellos tienen ideologías profundamente anti-occidentales y pro-terroristas, y buscan la destrucción de Israel.

Un ejemplo es Omar Faiad, periodista de la cadena de propaganda catarí Al Jazeera. Apenas días después de la masacre del 7 de octubre, Faiad comparó a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) con los nazis, escribiendo que "Israel está llevando a cabo un nuevo Holocausto en Gaza". La eurodiputada Rima Hassan culpó a Israel de la muerte de Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, Kfir y Ariel, afirmando falsamente, que murieron en ataques aéreos israelíes.

Yasemin Acar, una veterana activista berlinesa, ha expresado repetidamente su odio hacia Israel, los judíos, el sionismo e incluso las autoridades alemanas. Durante el ataque con misiles de Irán contra Israel, publicó un video donde aparecía bailando alegremente en su cocina. En una protesta, la filmaron cambiando un cartel de "Destruir a Hamás" a "Destruir al sionismo", y en otra, la captaron gritándole a una mujer que la confrontaba: "Eres una mujer blanca, no tienes derecho a decirnos qué hacer".

Thiago Ávila podría ser el ejemplo más extremo de la agenda subyacente de la flotilla. En febrero, asistió al funeral del líder de Jizbolá, Hassan Nasrallah en el Líbano, y describió su presencia ahí, como un gran honor. Se refirió a Nasrallah como un "santo mártir y un líder amado, que inspiró a personas de todo el mundo; y una figura histórica en la lucha anticolonial".

Traducido por Chuy González – Voluntario Puentes para la Paz