×

Debit/Credit Payment

Credit/Debit/Bank Transfer

Sucot: la temporada de nuestro gozo

octubre 11, 2022
Print Friendly, PDF & Email

Durante `Sucot´, los israelíes pasan gran parte de su tiempo libre en la `sucá´.

La puesta del sol del domingo [9 de octubre] por la noche marcó el comienzo de Sucot (Fiesta de los Tabernáculos), la séptima y última fiesta dada a Israel en Levítico 23. La celebración comienza el día 15 del séptimo mes bíblico de Tishrei y dura siete alegres días para terminar cuando el sol se pone de nuevo el próximo domingo el día 22 de Tishrei.

La Fiesta de los Tabernáculos es la última de las tres Fiestas de Otoño, después de Rosh Hashaná (Año Nuevo judío) y Yom Kippur (Día de la Expiación), y marca el final de los Grandes Días Sagrados.

El nombre Sucot es plural para sucá, la palabra hebrea para tienda o cabaña. La fiesta conmemora los 40 años de una nación incipiente de antiguos esclavos que vagó por el desierto en ruta a la Tierra Prometida, viviendo en tiendas temporales o sucot, con nada más que la fidelidad de Dios para satisfacer sus necesidades diarias, como seguridad, refugio y sustento, en un desierto estéril.

Hoy, más de tres milenios después, los descendientes de aquellos que pasaron cuatro décadas en el desierto sostenidos por el cuidado de Dios todavía celebran Sucot de acuerdo con Su mandato: «Habitarán en tabernáculos por siete días; todo nativo de Israel vivirá en tabernáculos,  para que sus generaciones sepan que Yo hice habitar en tabernáculos a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egipto…» (Lev 23:42-43a).

Los días previos a la festividad transcurren en un torbellino de actividad a medida que los israelíes se convierten en carpinteros improvisados para construir refugios temporales fuera de sus hogares, en patios traseros y balcones, aceras y cualquier otro espacio abierto imaginable. Construir la sucá es siempre una gran aventura familiar, y jóvenes y mayores suelen reunirse para erigir y luego decorar la vivienda temporal de la familia.

Se pone mucho cuidado en asegurar que la sucá familiar sea lo más festiva posible, con el interior embellecido con imágenes, banderas de Israel, artesanías, flores y fruta fresca. Las viviendas temporales, a menudo hechas de un marco de madera o metal, cubiertas con sábanas, alfombras o mantas como “paredes” y ramas u hojas como el techo a través del cual los que están dentro pueden ver el cielo, se convierten en un “hogar”. Durante la semana de Sucot, los israelíes pasan su tiempo libre en la sucá, disfrutan de sus comidas, visitan a sus seres queridos e incluso duermen bajo las estrellas, como lo hacían sus antepasados en el desierto.

Dios pone un gran énfasis en Sucot al incluirla como la última de las tres fiestas de peregrinación junto con Pesaj (Pascua judía) y Shavuot (Fiesta de las Semanas). En tiempos bíblicos, cada varón judío debía viajar a Jerusalén durante estas tres festividades para presentarse en el Templo ante la presencia de Dios (Éx 23:14-17, Dt 16:16). Además de los nombres oficiales, la tradición judía también atribuye una breve descripción a las tres festividades de peregrinación. Pésaj se conoce como “La Temporada de Nuestra Libertad”, Shavuot como “La Temporada de Entrega de nuestra Torá (Gn-Dt)” y Sucot como “La Temporada de Nuestro Regocijo”. Si bien las dos primeras descripciones son bastante obvias, la conexión entre Sucot y la alegría puede ser un poco más desconcertante.

Dios mismo establece la correlación entre Sucot y el gozo cuando instruye a Israel a pasar la fiesta en deleite y júbilo ante Él (Lv 23:40). El gozo es, por lo tanto, una decisión basada en la directiva de Dios en lugar de una emoción fugaz.

Además, en Sucot Israel recuerda y afirma que la verdadera felicidad no se encuentra en los atavíos terrenales que el dinero puede comprar; la estabilidad tampoco se deriva de un fuerte saldo bancario, un título elegante o una posición elevada. En Sucot, Israel celebra a Dios como la única fuente verdadera de alegría, amor, seguridad, provisión y protección. El Dios que satisfizo todas las necesidades de sus antepasados mientras vagaban expuestos en el desierto durante 40 años sin poder valerse por sí mismos es el mismo Dios que continúa cuidando a Israel en la Tierra Prometida. Eso es sin duda motivo de regocijo.

El significado de la sucá o cabaña temporal también va más allá de un recordatorio físico del cuidado de Dios para satisfacer nuestras necesidades diarias. La tradición judía sostiene que morar en la sucá es como estar envuelto en el abrazo de Dios. Según esta creencia, Dios ordenó a Israel que erigiera las viviendas temporales en memoria de las “nubes de gloria”.

Durante el peregrinaje de los israelitas por el desierto, Dios proveyó una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche. La columna de nube guiaba a los israelitas en su viaje de día, pero cuando acampaban de noche, la nube tomaba una forma diferente y se convertía en un tabernáculo en lo alto. Según los informes, esta era la misma nube de gloria que se cernía sobre el monte Sinaí: las nubes de la gloria de Dios.

Mientras los israelitas habitaban en el desierto, la creencia judía sostiene que Dios los envolvió en un tabernáculo de la nube de Su gloria, la nube de Su presencia. Además, cada año durante Sucot, Él invita a su posteridad a hacer lo mismo. Mientras Israel mora en cabañas temporales en memoria de la nube de Su gloria en el desierto, ellos, como sus antepasados, moran en Su abrazo.

Puentes para la Paz les desea a todos nuestros amigos judíos un feliz Sucot y una temporada festiva llena de alegría. Tengan en cuenta que nuestras oficinas estarán cerradas el lunes 10 de octubre. Reanudaremos las operaciones normales, incluidas las noticias, el martes 11 de octubre.

 

Traducido por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos

 

Publicado en octubre 11, 2022

Fuente: Un artículo por Ilse Strauss de Puentes para La Paz, publicado el 7 de octubre de 2022. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy).

Fotografía por: Hannah Taylor/bridgesforpeace.com