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La venganza de Jizbolá: mataremos a un israelí, independientemente del tiempo que tarde

septiembre 2, 2020
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Hassan Nasrallah, líder de Jizbolá

Jizbolá no descansará hasta que maten a un soldado israelí. Además, el grupo terrorista libanés está dispuesto a esperar el momento oportuno para lograr su sangriento objetivo. La venganza es después de todo, un plato que se sirve mejor frío.

<<Que los israelíes comprendan que cada vez que matan a uno de nuestros muyahidines [combatientes de la jihad islámica], mataremos a uno de sus soldados>>, prometió el domingo pasado el Secretario General de Jizbolá, Hassan Nasrallah, durante un discurso televisado. <<Estamos comprometidos como con una ecuación>>.

Y según Nasrallah, Jizbolá actualmente le debe a Israel el ajuste de cuentas que restaurará la ecuación, que se ha desequilibrado, después de que uno de los combatientes del grupo terrorista muriera en un ataque aéreo israelí, en Siria.

El 20 de julio una serie de ataques aéreos, tuvieron como objetivo varios sitios alrededor de Damasco, incluido un cargamento de armas iraníes entrante con destino a Jizbolá. Varios miembros del personal iraní y sirio murieron en el ataque. Las víctimas también incluyeron a Ali Kamel Mohsen un militante de Jizbolá, que presuntamente supervisaba la recepción del envío de armas de última generación, enviado por cortesía de los mulahs en Teherán y que era transportado al sur del Líbano, donde la facción terrorista iraní podría utilizarlos, durante cualquier conflicto futuro con Israel.

En tan solo unos explosivos momentos, Jizbolá perdió sus nuevos juguetes de terror, y a un luchador de su confianza. Además se asestó un golpe devastador a su ego y honor. Un lívido Jizbolá inmediatamente señaló con el dedo acusador a Israel —que ha admitido haber ejecutado cientos de ataques en Siria para mantener las armas iraníes fuera del alcance de Jizbolá— y prometió una sangrienta venganza, resarcir a sus combatientes y restaurar su honor. De hecho, de acuerdo con su política de la llamada “ecuación”, Nasrallah dijo a sus fuerzas especiales, que “una víctima israelí era el único remedio para equilibrar la situación”.

Israel tomó las amenazas en serio y reforzó el nivel de seguridad en su frontera norte, poniendo a las tropas en alerta máxima por posibles ataques. Jizbolá cumplió su promesa de atacar. Sin embargo todo esfuerzo por traspasar la frontera, mucho menos mutilar y asesinar algún soldado israelí, ha resultado en fracaso.

Durante el mes pasado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) frustraron al menos tres intentos de infiltración de Jizbolá, y derribaron un dron de éstos sobre territorio israelí. El tercer intento se produjo la semana pasada, cuando francotiradores de Jizbolá abrieron fuego contra soldados israelíes, lo que provocó los primeros ataques israelíes contra la infraestructura del grupo terrorista en el Líbano, desde la Segunda Guerra del Líbano de 2006.

Esto significa que las FDI han enviado a Jizbolá de regreso al Líbano con el rabo entre las patas en tres ocasiones distintas, cada vez sin poder acercarse a infligir una baja israelí, y cada vez asestando a su honor ya herido, otro golpe paralizante.

Sin embargo, Nasrallah negó estar desconcertado. De hecho, según el jefe del terror, cada esfuerzo infructuoso forma parte de un elaborado ardid de venganza. <<Todo lo que ha sucedido>> en las semanas transcurridas desde la muerte del terrorista de Jizbolá, en el supuesto ataque israelí <<es parte del castigo>>, prometió.

<<Si los combatientes de la resistencia llevaran a cabo 100 operaciones sin haber a un soldado sionista, los ataques continuarán, hasta que la ecuación vuelva a estar pareja>>, advirtió Nasrallah.

Los funcionarios de defensa israelíes estiman que es poco probable que Jizbolá lance un ataque a gran escala contra el estado judío, después de la explosión en el puerto de Beirut. Sin embargo, Jerusalén no califica las advertencias de Nasrallah como amenazas vanas. Y el hecho de que la venganza no se produzca en los próximos días, no significa que no se producirá en tiempo futuro.

<<No tenemos prisa>>, señaló Nasrallah.

Israel es muy consciente de eso. Jizbolá no se irá a ninguna parte. Y mientras el grupo terrorista siga siendo una marioneta para sus amos del terror en Teherán; y continúe persiguiendo el objetivo de aniquilar al estado judío; más ataques serán una cuestión de cuándo, no de si ocurrirán. Mientras tanto, nosotros oramos para que Israel esté listo.

 

ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por la protección del Señor en la frontera norte de Israel, suplicándole que las amenazas de Nasrallah se reduzcan a nada. Oremos para que la cadena de suministro entre Irán y Jizbolá se rompa de una vez por todas, poniendo fin a la existencia de Jizbolá como un peligro constante.

VERSO BÍBLICO: “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento”.

Salmos 23:4 NBLA

 

Traducido por Pablo Souza – Voluntario en Puentes para la Paz
Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos

Publicado en septiembre 2, 2020

Fuente: Un artículo originalmente publicado por Ilse Strauss, Bridges for Peace (Puentes para la Paz), el 1 de septiembre de 2020.

Fotografía por: Khamenei.ir/wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia