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Soldado de las FDI desaparecido durante 43 años es sepultado tras operación del Mosad en Siria

Cementerio de Holón (Crédito de la foto: דוד שי/Wikimedia.org)

Más de cuatro décadas después de su caída en la Batalla de Sultán Yacoub en 1982, el Sargento Tzvi Feldman fue sepultado el lunes por la noche, en una ceremonia militar en el cementerio de Holón. Los restos de Feldman fueron devueltos a Israel durante el fin de semana, en una operación secreta del Mossad [agencia de inteligencia israelí] y las FDI, llevada a cabo en el interior de Siria.

Cientos de dolientes se reunieron, para presentar sus últimos respetos, incluyendo al ministro de Aliá (inmigración a Israel) y de Integración, Ofir Sofer, al jefe del Mossad, David Barnea, y a otros funcionarios.

El coronel Itamar Michaeli, comandante de la Brigada Harel, elogió a Feldman, calificando su regreso, como "el cierre de un círculo personal y nacional. Este ha sido un viaje inimaginable de 43 años para traerlo a una tumba judía en Israel", declaró Michaeli. "Este es un mensaje de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y del Estado a sus soldados: que nunca nos rindamos".

Felidman murió el sexto día de la Primera Guerra del Líbano, durante una misión para asegurar la frontera norte de Israel. "Entonces, como ahora", declaró Michaeli, "comprendió que sin combatientes dispuestos a defender el país, incluso a costa de sus vidas; no hay futuro para la próxima generación en Israel".

Dirigiéndose a los hermanos de Feldman —Yitzhak, Shlomo y Anat—, Michaeli dijo: "Zvika heredó su dedicación y sentido de sacrificio de su hogar. Dio su vida para que nosotros pudiéramos vivir. Traerlo de regreso es una misión multigeneracional". La hermana de Feldman, Anat, entre lágrimas, recordó el día en que su hermano partió a la guerra. “Han pasado casi 43 años desde que partiste hermano mío a la batalla. Siempre tuvimos la esperanza de que aún estuvieras vivo. Ese largo viaje comenzó un sábado cuando vinieron a reclutar a Yitzhak. Me dijiste: ‘No te preocupes, todo irá bien’. Al día siguiente, ambos nos pusimos los uniformes: tú ibas a la reserva en Tze'elim y yo estaba en servicio activo”.

Describió cómo preparó su mochila y se dio cuenta de que había guardado su armónica; siempre le había gustado la música y animar a otros. “Nunca olvidaré cómo mamá corrió tras de ti y te preguntó: ‘Zvika, ¿qué sábado volverás?’. Respondiste: ‘No sé mamá’. Tuve un mal presentimiento esa mañana. Cuando recibí la llamada, grité: ‘¿Qué le pasó a Zvika?’ y salí corriendo de la base”.

A pesar de la presión para que la dieran de baja, ella continuó sirviendo. “Quería que estuvieras orgulloso de mí. Estás enterrado ahora como un soldado que cayó defendiendo a Israel. Por favor, sé nuestro defensor en el cielo. Que todos nuestros cautivos, prisioneros y desaparecidos en acción, regresen a casa”.

Su hermano Shlomo recordaba haber esperado que Zvi regresara del ejército, y haber corrido a recibirlo cuando llegara el autobús. "Siempre te aseguraste de que no me faltara nada. Hoy cumplimos el último deseo de mamá: no descansar hasta que te trajeran a casa".

El hermano Yitzhak agradeció al primer ministro, al presidente y al Mosad. "Sobre todo, doy gracias a Dios por traerlo a casa desde territorio enemigo", dijo, y añadió un mensaje a las familias de los rehenes: "No pierdan la esperanza. Si nosotros no lo hicimos, ustedes tampoco deberían hacerlo".

Agentes del Mosad pasaron cinco meses localizando la tumba de Feldman, operando bajo las narices del presidente sirio Bashar al-Assad. Los agentes, haciéndose pasar por trabajadores del cementerio, avanzaban centímetro a centímetro bajo estricta vigilancia, sin permiso para excavar abiertamente. Sacaron muestras de tierra de contrabando, hasta que las pruebas de ADN confirmaron la ubicación. "Cuando vi su uniforme", dijo un agente, "supe que estábamos en el lugar correcto, incluso antes de los resultados de ADN".

Feldman cayó en la Batalla de Sultán Yacoub los días 10 y 11 de junio de 1982, una de las batallas más controvertidas de la Primera Guerra del Líbano. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían recibido la orden, de tomar un cruce estratégico cerca de la aldea de Sultán Yacoub. Sin saber que las fuerzas sirias estaban cerca, las unidades blindadas israelíes cayeron en una emboscada mortal. La batalla duró ocho horas, con un saldo de 20 israelíes muertos, decenas de heridos y seis desaparecidos.

De los seis, algunos fueron encontrados posteriormente. Un soldado, Zohar Lipschitz, murió y fue enterrado en Siria; su cuerpo fue devuelto después de la guerra. Otros dos, Eric Lieberman y Hezi Shai, fueron capturados y posteriormente liberados. Un cuarto soldado, Zachary Baumel, regresó a Israel en 2019. Otro, Yehuda Katz, sigue desaparecido hasta el día de hoy.

El regreso de Feldman cierra una de las últimas heridas abiertas de aquella batalla. Su regreso, según sus familiares, es un testimonio de la firme promesa de Israel, de nunca abandonar a un soldado.

Traducido por Chuy González – Voluntario Puentes para la Paz

Fuente: Un artículo por Dan Raban originalmente publicado por Ynetnews, el 13 de mayo de 2025. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este enlace.

Licencia de foto: Wikimedia

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