Proyecto Rescate

Israel es el país del pueblo judío. El futuro de nuestra hija está en esta tierra. Ha llegado el momento de regresar a casa. Cuando fui al consulado antes de la guerra, me dijeron que no había suficientes documentos para abrir una visa, que se necesitaban más pruebas de mis raíces judías. Por eso, a pesar de mi deseo de ir a Israel, dejé ese asunto de lado, porque no quería buscar los documentos. Pero entonces empezó la guerra, y nuestra ciudad, Járkov, fue atacada, y mi familia estuvo en peligro. Alabado sea el Todopoderoso, ¡nos encontramos contigo en el camino y nos ayudaste a encontrar lo que nos faltaba! Este proceso, incluidos los viajes para las verificaciones consulares, le tomó a mi familia casi tres años. ¡Ahora vamos al país de nuestros sueños! Durante todo el proceso de recopilación de documentos, nos dieron asesoramiento, y algunos de los documentos incluso los obtuvieron por nosotros. Ustedes pagaron los viajes a las verificaciones consulares y nos brindaron ayuda financiera. También recibimos apoyo moral durante todo este tiempo de búsqueda, y eso hizo más llevadera la vida en la Járkov bajo guerra. Nuestra esperanza no se apagó. También nos ayudaron a llegar a Vínnytsia antes del vuelo, y de ahí fuimos a Moldavia y luego a Israel. ¡Que el Todopoderoso les dé mucha alegría, buena salud, felicidad y Su shalom! Han hecho tanto bien por mi familia, y les deseo todo lo mejor en sus vidas. ¡Muchísimas gracias por su ayuda!

Quiero darle un futuro a mi hijo, Matvei. ¡Sueño con una vida mejor para mí y para mi familia! Para mí, mudarme a Israel es una oportunidad para comenzar de nuevo, un futuro diferente. También cuido de mi mamá y de mi padrastro. Ambos tienen discapacidad, así que los atiendo lo mejor que puedo. Cuando la guerra a gran escala llegó a nuestro país, la vida se volvió completamente insoportable. Nuestra ciudad quedó rodeada y bajo constantes ataques. Tenía miedo por mi hijo, por mis padres y por mi propia vida. En cuanto se presentó la oportunidad, empecé a reunir documentos para una verificación consular para la repatriación a Israel. Mi madre es judía, y yo estaba segura de que todo sería rápido y sencillo. ¡Pero, lamentablemente, no fue así! Todo resultó mucho más difícil de lo que esperaba. Entonces me recomendaron que me contactara con ustedes para pedir ayuda. ¡Cuánto me arrepiento de no haberlos conocido antes! ¡Si los hubiera encontrado antes, me habría ahorrado muchos problemas! Ustedes me dijeron exactamente dónde conseguir los documentos necesarios y me brindaron toda la ayuda que necesitaba. ¡Sin ustedes, no habríamos podido salir en absoluto! Nos orientaron con los documentos, nos ayudaron económicamente para conseguir lo necesario del registro civil para presentarlo al cónsul, y también nos ayudaron a traducir los documentos de mis padres al hebreo. No tengo palabras suficientes para expresar mi gratitud y mi aprecio. Sé con certeza que, sin su ayuda moral y financiera, mi hijo y yo no habríamos podido salir hacia Israel. Como descubrimos, el deseo no es suficiente. Necesitábamos dinero, tiempo y mucha paciencia para superar estas pruebas. Ustedes nos apoyaron, nos ayudaron y nos devolvieron la esperanza.

En 2022, cuando comenzó la guerra, yo, mi esposa, su madre y su abuela nos fuimos al oeste de Ucrania. A mí me reclutaron y me enviaron al frente, y mi esposa, Nika, se fue a Polonia con su madre y su abuela. Desde allí, mi esposa y su familia se repatriaron a Israel, mientras yo seguía en el frente. Resulté herido y estuve mucho tiempo en tratamiento. También fue un proceso largo pasar el examen médico para poder salir oficialmente del ejército. La mayor ayuda la recibimos en el momento en que mi esposa y su familia intentaban pasar la verificación consular en Polonia. No tenían todos los documentos necesarios, y ustedes les ayudaron a reunir todo lo que hacía falta. Algunos documentos tuvieron que ser sacados de archivos, ¡e incluso nos ayudaron a conseguir uno desde Rusia! ¡Eso fue un milagro increíble! ¡Gracias a eso, pude reunirme con mi familia en Israel! ¡Estamos infinitamente agradecidos de que existan! ¡Gracias a ustedes, ahora nosotros —una familia de tres generaciones— podemos vivir en Israel! Si no hubieran conseguido esos documentos por nosotros, ¡no habríamos podido salir! ¡Gracias por el apoyo financiero! ¡Son increíbles! ¡Siempre los recordaremos y oraremos por ustedes!