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En medio de graves amenazas, Israel intenta dar forma a una nueva realidad en Siria

marzo 11, 2025

Israel se prepara para las amenazas emergentes mientras la frágil estabilidad de Siria crea nuevos desafíos de seguridad a lo largo de su frontera sur (fotografía representativa).

La masacre llevada a cabo por las fuerzas del presidente interino sirio Ahmed al-Sharaa, en las montañas alauitas del oeste de Siria, fortalece la percepción de Israel de que estas amenazas emergentes, requieren una preparación temprana. Esto no se debe solo a la amenaza yihadista, planteada por quienes han tomado el poder y están tratando de presentar una imagen moderada y estable, sino también a la comprensión de que Siria podría convertirse en un centro de estabilidad política frágil, incluidas las bases militares que Erdogan de Turquía busca reconstruir, de acuerdo con su visión de un imperio neo-otomano.

Una de las amenazas a la seguridad de Israel que se está desarrollando con mayor rapidez y que es particularmente preocupante, proviene de Hamás y la Yihad Islámica Palestina (YIP), que podrían intentar operar desde Siria contra las comunidades fronterizas israelíes en el Golán y la Alta Galilea. Se ha revelado que en los primeros días, cuando las organizaciones rebeldes, unidas bajo Hay’at Tahrir al-Sham (HTS, la Organización de Liberación Siria), tomaron el control bajo el liderazgo de al-Sharaa, liberaron a terroristas de alto rango de Hamás y la YIP de las cárceles. Estos individuos habían sido encarcelados por Bashar Assad para evitar antagonizar a Israel con sus ataques planeados. Incluso para el “Carnicero de Damasco”, eran demasiado extremistas.

Ahora que han sido liberados, los principales agentes de Hamás y la Yihad Islámica pueden estar ya planeando ataques. En las últimas semanas, los ataques aéreos israelíes apuntaron a varios depósitos de armas que estas organizaciones terroristas lograron ocultar, incluso del régimen sirio. Por ahora, los terroristas palestinos no han intentado moverse hacia el sur, desde el área de Damasco hacia la frontera israelí, pero siguen activos y están haciendo planes.

Otro factor tiene que ver con los residentes sunitas del sur de Siria, muchos de los cuales están influidos por ISIS y se concentran en la zona de Daraa, donde comenzó la rebelión sunita contra el régimen de Assad. Si bien, Israel mantiene un diálogo con algunos de estos grupos a través de intermediarios sirios locales en el Golán —que se beneficiaron del proyecto de ‘Buena Vecindad’ de Israel durante la guerra civil siria— estos elementos sunitas extremistas, parte de la ‘Sala de Guerra del Sur’, actualmente se niegan a comprometerse en relaciones pacíficas con Israel.

Mientras tanto, Turquía no ha ocultado sus ambiciones de dominar Siria, a través del régimen yihadista sunita al que apoya y asiste. Si bien Hay’at Tahrir al-Sham y al-Sharaa no están directamente subordinadas a Turquía, dependen de Ankara, como su único canal logístico. Por lo tanto, deben atender los deseos de Erdogan y evitar actuar en su contra.

Por ahora, parece que Turquía no pretende controlar Siria por completo, sino convertirla en un representante político y militar, estableciendo un nuevo ejército sirio y bases en todo el país, incluso en regiones del sur a pocos kilómetros de la frontera con Israel. Israel no tiene ningún interés en tener a Turquía en su frontera en el Golán, especialmente no una combinación de antiguos yihadistas de al Qaeda y fuerzas turcas.

Actualmente, Erdogan está más centrado en ganar el control de la región semiautónoma kurda en el noreste de Siria. Sin embargo, lo que le impide lograrlo militarmente es la presencia de tropas estadounidenses, que apoyan a las Fuerzas Democráticas Sirias [FDS], que consisten en tribus árabes sunitas y kurdas que luchan con éxito contra ISIS.

Otro actor preocupado por el dominio turco es Rusia, que busca mantener su base aérea en Hmeimim, al sur de la ciudad alauita de Latakia, y su base naval en Tartus, ambas ubicadas en la costa occidental de Siria. Estas bases son esenciales para que Rusia mantenga su presencia en el Mediterráneo oriental y mantenga conexiones con sus bastiones en África. Sin embargo, actualmente estas bases son limitadas, ya que Siria ha prohibido a Rusia realizar vuelos en su espacio aéreo o navegar en sus aguas territoriales.

También existe la preocupación de que Turquía pueda armar y entrenar a las fuerzas yihadistas de al-Sharaa. Aunque Arabia Saudita ha expresado su interés en asumir este papel, creyendo que son más adecuadas que Turquía, Israel sostiene que no hay prisa por apoyar a al-Sharaa y sus fuerzas. Desde la perspectiva de Israel, la cuestión central es, si realmente tienen la intención de moderarse y abandonar sus objetivos yihadistas para centrarse en la reconstrucción de Siria.

Ante estas amenazas, Israel pretende configurar una nueva realidad en la zona próxima a su frontera, al sur de Damasco. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, ya han declarado que Israel no tolerará que miembros armados del nuevo régimen de Damasco se desplacen hacia el sur, ni permitirá que las fuerzas armadas yihadistas sunitas del sur deambulen por el Golán sirio.

La zona contiene muchos puestos militares sirios abandonados, llenos de armas, que podrían ser fácilmente utilizadas por elementos hostiles contra Israel. Además de las advertencias directas enviadas al régimen de Damasco, Israel pretende establecer un marco defensivo de tres zonas geográficas.

La zona más cercana a Israel es la zona de amortiguación, tal como se determinó en los acuerdos de alto al fuego de 1974 donde Israel mantiene una presencia ilimitada, incluso en la corona siria del Hermón. Esta ubicación estratégica permite monitorear la actividad, no solo en la cuenca de Damasco sino también, en el valle de Bekaa en el Líbano. Esta zona de amortiguación, de anchura variable a lo largo de varios kilómetros, se extiende desde la cumbre del monte Hermón sirio hasta el triángulo fronterizo entre Jordania, Siria e Israel, cerca de Al-Hama.

Más allá de la zona de amortiguación, donde están estacionadas permanentemente las tropas de las FDI, se encuentra la zona de seguridad que abarca muchas aldeas sirias. Las FDI entran en esta zona cuando es necesario para fines operativos, como impedir el suministro de armas a depósitos  abandonados o responder a la presencia de grupos armados, que amenazan a las comunidades fronterizas israelíes. Esta zona proporciona capacidades de observación y fuego a larga distancia.

Más allá de la zona de seguridad se encuentra, lo que Israel denomina la “zona de influencia”, delimitada al este por la carretera de Damasco a Sweida (la capital de la región drusa, Jebel al-Druze). Esta zona se extiende por unos 64.3 kilómetros [40 mi] e incluye concentraciones drusas en Jebel al-Druze, así como árabes sunitas, interesados ​​en establecer vínculos con Israel. Durante la guerra civil la región drusa se convirtió efectivamente, en una zona autónoma. Israel pretende mantener este status quo, incluso mientras Siria se estabiliza.

Israel considera a la región drusa y a sus residentes, como un grupo con el que tiene un compromiso que incluye brindar protección y suministros esenciales. Además, Israel está considerando permitir que los residentes drusos de Sweida trabajen en Israel para mantenerse, de manera similar a la política de la “buena cerca” con el Líbano.

En la práctica, estas tres zonas ya existen: se han construido los puestos de avanzada en la zona de amortiguación; las FDI patrullan la zona de seguridad y se producen diversos niveles de interacción en la zona de influencia. Sin embargo, en Siria, nada es estable. Incluso Rusia comparte sus preocupaciones con Israel, sobre los enfrentamientos entre el régimen y los alauitas en el oeste de Siria.

Estos conflictos están ocurriendo cerca de las bases rusas, donde muchos alauitas están buscando refugio. Israel no tiene intención de intervenir en este momento, sobre todo, porque las tensiones entre el régimen sunita yihadista de Damasco y los partidarios alauitas de Assad en la costa, surgieron debido a la intención de los alauitas de rebelarse contra el nuevo régimen de Damasco, de forma muy similar a como los sunitas se rebelaron en su día, contra la familia alauita Assad.

Israel observa desde la barrera aplicando sus políticas, principalmente a través de su fuerza aérea, y es transparente en cuanto a su preferencia por que Siria se convierta en una federación. Si bien Israel no tiene intención de ocupar el país, Netanyahu y Katz aspiran a dar forma a una nueva realidad desmilitarizada al sur de Damasco, cerca de la frontera con Israel.

 

ENFOQUE DE ORACIÓN: Dado que la situación sobre el terreno en Siria es inestable y precaria, oremos por una estrategia integral de preparación por parte de Israel que garantice la seguridad y protección de su frontera norte. Oremos para que el ministro de Defensa, Israel Katz, el jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, y el primer ministro Benjamín Netanyahu, mantengan una comunicación clara y lleguen a decisiones unificadas sobre las zonas de amortiguación y seguridad en la frontera entre Israel y Siria. Oremos para que se neutralicen las amenazas de los líderes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, recientemente liberados de la prisión siria.

VERSO BÍBLICO: «Pero la sabiduría, ¿dónde se hallará? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?… Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar».

– Job 28:12, 23 NBLA

 

Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz    

 

Publicado en marzo 11, 2025

Fuente: Un artículo por Ron Ben-Yishai, originalmente publicado por Ynetnews el 10 de marzo de 2025. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.

Fotografía por: Israel Defense Forces/wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia