El corazón de judíos ucranianos en Israel: Un relato de primera mano

febrero 26, 2022

«Es difícil creer que esto esté sucediendo. Tengo que pellizcarme».

Elena (no es su nombre real) está lejos de ser la única. Millones de personas en todo el mundo están viendo la invasión rusa de Ucrania con una sensación de conmoción e incredulidad atónita. Pero para Elena, una israelí nacida en Ucrania, los eventos escalofriantes que se desarrollan en los titulares como un recuerdo aterrador de guerras mundiales pasadas la golpean muy de cerca.

Elena y su esposo Iván (no es su nombre real) nacieron y se criaron en Ucrania, pero hicieron aliá (inmigración a Israel) hace casi 25 años. Llegaron como recién casados con 100 dólares estadounidenses a su nombre. «Casi terminamos viviendo en la calle», se ríe. Hoy, mientras observan los horrores que se desarrollan en el país de su nacimiento, están muy agradecidos por dar el paso.

Sin embargo, Elena e Iván dejaron pedazos de su corazón en Ucrania, despidiéndose de familiares, amigos y vecinos. A lo largo de los años, se han mantenido cerca de muchos de ellos. Y ahora, a medida que los rusos avanzan, los que mantienen cerca de sus corazones son los que están atrapados en el tráfico congestionado tratando de huir de la capital o los que se acurrucan en las estaciones subterráneas del metro de Kiev mientras caen las bombas rusas. Peor aún, tíos, primos y sobrinos que fueron abogados, maestros, empresarios y agricultores antes de que llegaran los rusos son ahora los soldados, los defensores de Ucrania, que se enfrentan al Ejército Rojo.

«El primo de Iván tiene 56 años y ha sido reclutado por el ejército», me dijo Elena. «Todos —jóvenes y viejos— están siendo reclutados en el ejército. Esto es muy doloroso. Personalmente es muy emotivo».

La angustia de la pareja es evidente. Iván recibe mensaje tras mensaje desgarrador de familiares y amigos en Ucrania. Mientras nos mostraba videos de los actos iniciales de la guerra en desarrollo —un relato de primera mano tomado por personas que aprecia— estaba visiblemente temblando.

Lamentablemente, Israel está lleno de personas en una situación similar a la de Elena e Iván. El estado judío cuenta con una población significativa de judíos ucranianos que han hecho aliá, con unos 500,000 que ahora llaman hogar a Israel, informó el Consejo Atlántico. Miles de ellos han vuelto a casa en los últimos años. Muchos de ellos tienen madres, padres, hijos e hijas que aún viven en Ucrania y ahora enfrentan el ataque ruso. Todos ellos están frenéticos. Los canales de comunicación son irregulares y los mensajes se filtran de manera irregular. Esto los somete a una agonía diaria de esperar noticias de sus seres queridos, agonizando por cada largo silencio.

En Puentes para la Paz, esta situación también está particularmente cerca de nuestros corazones. A lo largo de los años, hemos ayudado a miles de judíos ucranianos a regresar a Israel y luego los ayudamos con alimentos y otras necesidades mientras aprenden el idioma, encuentran trabajo y se establecen en su nuevo país. Solo en 2021, ha sido un honor para nosotros dar la bienvenida a casa a 1,446 judíos ucranianos. Estamos con ellos mientras lloran el destino de su patria y se preocupan por sus seres queridos que todavía están allí.

Incluso cuando la guerra estaba comenzando y las tropas rusas se acumularon en la frontera, nuestro equipo en Ucrania continuó trabajando incansablemente para ayudar a la mayor cantidad posible de judíos a venir a Israel. Desde la invasión rusa, no hemos podido comunicarnos con nuestro equipo. Seguimos orando por su seguridad.

Al mismo tiempo, estamos tomando medidas. La escalada de tensiones en Ucrania conlleva un riesgo adicional para su población judía, que asciende a entre 150,000 y 200,000, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. «Cuando surgieron problemas en el pasado, a menudo se culpaba a los judíos, incluso si no tenían la culpa», dice Elena.

Es muy posible que los judíos ucranianos estén atrapados en la mira. Afortunadamente, y a diferencia de tantas veces en el pasado, estos judíos tienen un refugio seguro al que pueden acudir en busca de refugio: Israel. Y nosotros, como cristianos de todo el mundo que estamos con el pueblo judío, podemos ayudarlos a llegar a ese santuario.

«Nadie podía imaginar que una guerra pudiera volver a ocurrir. Pero está sucediendo», dice Elena.

No tenemos que quedarnos de brazos cruzados mientras estos horrores se desarrollan ante nuestros ojos. Puentes para la Paz seguirá siendo una mano amiga para los judíos ucranianos en su momento de necesidad, y tú puedes fortalecer esa mano amiga. Te imploramos que permanezcas con nosotros en oración por Ucrania, por Elena e Iván, por los miles de otros judíos ucranianos como ellos aquí en Israel, por sus familias y seres queridos mientras huyen, buscan refugio o se visten en uniforme que no les queda bien. También puedes dar financieramente. Tu donación tendrá un impacto directo, ayudando a salvar a alguien en peligro. ¿Y quien sabe? Quizás “para una ocasión como esta tú habrás llegado a ser reina?” (Ester 4:14).

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz

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Publicado en febrero 26, 2022

Fuente: Un artículo por Ilse Strauss, originalmente publicado por Bridges for Peace (Puentes para la Paz), el 25 de febrero de 2022.

Fotografía por: Mikhail Evstafiev/Фото: Михаил Евстафьев/Commons.wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia